Santa María recupera el Miércoles Santo la atención del público con motivo de la salida procesional de la Hermandad del Perdón, primera cofradía que representa la muerte de Jesucristo en la cruz. La escena, de hecho, va más allá y nos muestra la dimensión del dolor en la figura central del crucificado y, sobre todo, en la de su Madre y su discípulo Juan, que asisten desconsolados a la consumación definitiva de la condena en la que Jesús paga por los pecados del resto de la humanidad.

 

      La imagen del Santísimo Cristo del Perdón es de autor desconocido, aunque se tiene constancia de su existencia desde el siglo XVI, así como de la de María Santísima de la Piedad. Ambas han sido restauradas en varias ocasiones y forman parte del tesoro cofrade arcense, ensalzadas recientemente con la incorporación de un nuevo paso (2003), contribución exquisita que las nuevas generaciones de hermanos del Perdón han hecho en favor del patrimonio de su hermandad.

 

 

      El Perdón, los orígenes se remontan a los de la fecha de creación de sus imágenes titulares (siglo XVI), desapareció como Hermandad hasta reaparecer como la conocemos hoy en día. Fue en el año 1929, fecha desde la que fue impulsada por el gremio de conductores existente por entonces en la ciudad. Su labor ha tenido una continuidad muy efectiva y, más aún, devocional por parte de los fieles que han encontrado en la imagen del Perdón o de la Piedad una inspiración y consuelo para sus vidas. Al igual que ocurre con la Hermandad del Prendimiento, su cuadrilla de hermanos costaleros ha contribuido a enriquecer la salida procesional, generando una afición singular que no es sino fruto del amor hacia sus venerados titulares.

 

      Hábito: Los nazarenos visten túnica blanca con antifaz y cíngulo de raso morado, guantes blancos y calzado negro. La última incorporación ha sido el escudo de la Hermandad en el babero del antifaz.

 

      Itinerario: Basílica Menor de Santa María de la Asunción (20:00 h.), Gradas, Deán Espinosa, Cuesta de Belén, Corredera, Peña Picada, Cuesta del Pilar, Alameda, Plaza Rafael Pérez del Álamo, Romero Gago, Gomélez, Alta, Corredera, Cuesta de Belén, Deán Espinosa, Callejón de las Monjas, Pesas del Reloj, Plaza del Cabildo, gradas superiores de Santa María y (01:30 h.) entrada en el Templo.

 

      Encantos de la estación de penitencia:

• La bajada por las gradas de la Basílica Menor de Santa María de la Asunción, de gran belleza, es todo un reto para su cuadrilla de hermanos costaleros, y en donde a las personas que admiran esta bajada se les escapará más de un suspiro.
• La bajada de la Cuesta del Pilar, congrega también a un numeroso público.
• En la calle Romero Gago, se visitará la Capilla de la Virgen de las Aguas, donde la cuadrilla de hermanos costaleros, junto con capataces, cuerpo de acólitos y feligresía en general, realizarán una serie de rezos en honor a la imagen visitada mientras redoblan las campanas de la Capilla.
• Durante el transcurrir por la calle Alta, podremos encontrar momentos de meditación y encuentro con uno mismo, para concluir con una magnífica bajada hasta la calle Corredera.
• De vuelta a su templo, la Hermandad transita por el estrecho Callejón de las Monjas, donde el paso de misterio debe pasar solo con unos centímetros de margen por sus lados, para realizar la entrada en el templo a través de las gradas superiores de la Basílica.
• Destacar la cantidad de rezos cantados, denominados "saetas", que realizan durante la estación de penitencia diversas personas que se acercan gracias a su fe a las Sagradas Imágenes de la Hermandad.